FORMAS DE NOMINARLA
La
historia de la fonoaudiología ha estado marcada por la dificultad en lograr un
consenso respecto al nombre más apropiado para la profesión, obstáculo que se relaciona con las diferencias que
han prevalecido entre las regiones del mundo respecto a los principios
filosóficos que fundamentan:
- La naturaleza de la fonoaudiología como profesión autónoma o como un oficio supeditado a la toma de decisiones por parte de otro profesional, en particular, el médico.
- Los límites del territorio de estudio que le interesa a la fonoaudiología
- Las áreas y las funciones del ejercicio profesional que se derivan del sustrato disciplinario y científico de la profesión.
En palabras
de un lingüista británico que se interesó por la cuestión terminológica de la
profesión, dijo que “los aspectos implicados (en el debate) son aquéllos que se refieren
a la identidad y al estatus del profesional, a la orientación académica y a la
gratificación intelectual, clínica y económica”.
Por
lo tanto el término utilizado para referirse a la disciplina que contempla a
las alteraciones del lenguaje, voz, habla y audición varía. Además, en ciertas partes del mundo, como en
Norteamérica y Gran Bretaña, se dividen las especialidades que enmarcan a las
alteraciones de lenguaje y habla respecto a la audiología, generando
profesionales terapistas del lenguaje (speech therapist) y habla, y
profesionales audiólogos (audiologist). En España existe el especialista en
trastornos del lenguaje y comunicación, denominado logopeda.
En
Latino américa, si bien existe una mayor utilización del término fonoaudiología,
en países como Ecuador y Perú se denomina Tecnología en Terapia del Lenguaje y
Tecnología Médica en Terapia de Audición, Voz y Lenguaje, respectivamente
(Martínez et al., 2006).
Para
resumir aún sigue vigente en el mundo el debate sobre el mejor nombre para
denominar la profesión que se interesa por los desórdenes de la comunicación.
Dado el clima positivo para el acercamiento entre las comunidades
fonoaudiológicas de las diferentes naciones incluyendo a las latinoamericanas,
es posible anticipar que este asunto formará parte de las agendas de trabajo en
las reuniones nacionales, regionales y mundiales. Su resolución es urgente por
cuanto la diversidad de rótulos que se utilizan hoy genera ambigüedades que
debilitan el reconocimiento social de la profesión.
A
continuación se mostrará un cuadro con las múltiples denominaciones que toma la
fonoaudiología:
No hay comentarios:
Publicar un comentario